El actual territorio del municipio de Santa Rosa pertenecía, antes de la conquista española, a una extensa región poblada mayormente por los Quimbayas, que estaba delimitada entre los ríos Tacurrumbí (Chinchiná) y Zegues (no se ha establecido si se trata del río La Paila o el río La Vieja), y entre la Cordillera Central y el río Cauca.
Los tratadistas consideran que la nación Quimbya estuvo integrada por numerosas comunidades, entre las cuales citan a los Guarinas, Los Pozos, los Picaras, los Paicuras, los Carrapas, los Quinchías, los Paucuras, los Cocuyes, etc. Lo que hace extender las fronteras de la región Quimbaya al río Arma y a la misma cordillera del Chocó.
Se calcula que a la llegada de Jorge Robledo a esta región en 1540 , la población Quimbaya ascendía a más de 60.000 individuos. Esta población estaba distribuida en 60 familias, que moraban en feudos totalmente inconexos.
A la sazón, Tacurrumbí era el jefe principal del conglomerado Quimbaya (al menos del territorio que nos ocupa). Le seguía en importancia el cacique Consota, amo y señor de los predios donde hoy se levantan las ciudades de Pereira y Santa Rosa.
LOS QUIMBAYAS
Como ya se anotó, reciben este nombre los pobladores indígenas del territorio de Santa Rosa y otras regiones circunvecinas, encontrados por los conquistadores españoles a la llegada de Jorge Robledo.
Ocupan el segundo lugar entre las naciones indígenas más adelantadas de Colombia durante dicho lapso, y seguramente el primero entre las desaparecidas más rápida y totalmente.
Se piensa que los Quimbayas fueron el producto del cruce étnico entre Caribes y Andinos, puesto que poseían la laboriosidad y el sentido artístico de los Chibchas, a tiempo que la arrogante constitución física de las Zenúes.
La incomparable habilidad Quimbaya para trabajar el oro los sitúa como los mejores orfebres en nuestro historial indígena. También ocupan el mismo puesto en cerámica.
Hay pruebas irrefutables de que para trabajar el oro lograron diseñar y utilizar forjas y crisoles rudimentarios pero eficaces, lo que les permitió desarrollar formas macizas o ahuecadas en su orfebrería, al contrario del arte Chibcha, que prefirió las formas laminadas.
Sus fuentes de obtención del oro eran por demás pródigas. Mientras este codiciado metal escaseaba entre los Chibchas, era por cierto muy abundante la producción que obtenían los Quimbayas en las minas de Anserma, Marmato, Riosucio, sin contar el obtenido en las cuencas de sus ríos.
Se sabe que llegaron a forjar cinceles con dureza suficiente para biselar y ranurar sus obras con simetría perfecta. Estuvieron, entonces, en condiciones de elaborar armas metálica y herramientas apropiadas para tala de bosques y adecuación de tierras. Resulta un misterio que no hubiesen dado tal paso.
Los Quimbayas fueron también hábiles tejedores, pero no se interesaron en desarrollar formas de indumentaria. El benigno clima les permitía vivir en completa desnudez. Sin embargo, cubrían su piel con pinturas vegetales, y fue verdadero arte en ellos la confección de rodillos con figuras simétricas para la aplicación de diferentes colores en partes del cuerpo, siendo más llamativos los que tenían por objeto estimular la sensualidad.
LA GUAQUERIA
Conviene anotar que en los primeros años de Santa Rosa los colonos se dedicaron a la ocupación única de encontrar y vaciar guacas. A tanto llegó esta actividad que el corregidor, entonces máxima autoridad del lugar, se vio obligado a decretar la medida de solicitud previa en papel sellado y pago de impuestos para poder ejercer la guaquería. Tuvo igualmente que prohibir la apertura de guacas en las calles del poblado, pues a veces se dejaban abiertas, “con peligro para transeúntes y animales”.
El padre José Ramón Duran de Cázares, primer cura de la viceparroquia, era tan aficionado a la guaquería, que llegó a dejar el caserío por espacios hata de quince días para trasladarse al sitio de San Francisco y vertientes del Cauca “a efectos de guaquerías”. De ello lo acusó el fundador José Hurtado ante el jefe político del Cantón.
NUEVA POBLACION
República de la Nueva Granada No. 124. Gobernación de la Provincia del Cauca. Cartago, 7 de agosto de 1844.
En los últimos días de julio entré al punto de Santa Rosa con el objeto de reconocer el terreno en que se piensa fundar una nueva población e informar al Poder Ejecutivo sobre los puntos que contiene la comunicación de US: de 1º. De mayo último, número 3, de la sección 4ta.
SITUACION: La situación es ventajosa para la formación del pueblo, tanto porque se halla en un punto cuasi equidistante de Cartago ¡de Neira, como porque su temperamento medio, la fertilidad del terreno! Lo fácil de descuajar los bosques, convidan para cultivar la tierra.
Dista de Cartago como siete o siete y media leguas españolas, tres de las cuales se transitan por el camino nuevamente abierto de los Cerrillos; el resto continúa por un terreno poco montuoso, cubierto de otros vegetales. El terreno es como el de toda esta cordillera en el Valle del Cauca, fértil, sin piedra, cubierto de una primera capa de tierra flojísima, después de la cual sigue una de greda. Las aguas son abundantes y poco profundas. Aunque al sudeste termina al horizonte con una punta que nieva frecuentemente, no participan sus aguas del deshielo, porque esta corre a los ríos Otún, Campoalegre ¡Chinchiná, mientras que la población tomara las aguas del San Eugenio, Santa Rosa y sus contribuyentes.
FACILIDAD PARA POBLAR: El punto que he designado para la población está en la orilla derecha del río San Eugenio, distante como cuatro leguas de él por un lado, y como dos por el otro, en una falda de suave declive que está rodeada por el río, cubierto en la mayor parte de palmares que suministran una excelente hoja y madera para construir casas de techo pajizo. Hay en abundancia maderas de construcción como cedros, mohos y otras, según los informes que recibí, y lo que vi de paso.
Las faldas que llevan a la cumbre de la montaña hacia el oriente conducen a un terreno reconocido como muy mineral por las catas hechas de muy buen oro colorado, y según el parecer de algunas personas que en el año pasado han recorrido aquellos sitios, toda esta faja de la cordillera que está desde Otún hacia el norte, es considerada como muy mineral. Una pequeña cordillera que desde Cartago – viejo corta el valle de sur a norte hasta Santa Rosa, está reconocida como la fuente de varios ojos de sal en combinación con yodo.
Esta población será el punto en que venderán los habitantes del Cauca los cerdos, mulas y ganado vacuno y cacao que consuma Antioquia, y en donde comprarán lo que el comercio de aquella provincia les ofrezca, circunstancia que me hace esperar que después de fundada la población crecerá rápidamente.
POBLADORES ACTUALES: La desconfianza de obtener el permiso legal para establecerse, ha retenido hasta ahora a muchas familias de transportarse. Ciento sesenta cabezas de familia han manifestado estar prontos a venir a establecerse en la nueva población luego que se anuncie el permiso. Por ahora habrá como unas cuarenta personas, que habitan constantemente entre los ríos San Eugenio y Chinchiná, diseminadas en diferentes puntos. Tanto en la tierra templada que habitan ahora, como en la más caliente en que hicieron en años anteriores sus rocerías, recogen los frutos que necesitan para su subsistencia. Tienen unas pocas vacas, y un número mayor de cerdos y de gallinas. La paz y la tranquilidad de que disfrutan, y la seguridad con que recogen sus frutos, los hace vivir contentos, anhelando porque llegue el día en que puedan invitar con seguridad a otras personas para que vengan a disfrutar de aquellas comodidades, prometiéndose que lograrán formar un pueblo con más facilidad y en menos tiempo que en Neira, que en tan poco tiempo de existencia cuenta más de trescientas personas.
LUGAR DESIGNADO POARA LA POBLACION: El punto en que se han reunido más descuajes es una falda de pequeña inclinación, determinada principalmente por las aguas de San Eugenio y de Santa Rosa. Aquí aunque el horizonte no es extenso es hermoso, limitado al occidente por las últimas colinas de la cordillera de San Francisco, al norte por un cuchilla alta que llaman “El Chuscai”, por el nordeste, oriente y sudeste por la cumbre de la cordillera oriental y una rama de ella que domina el sitio desde el sudeste, y por el sur por pequeñas quiebras a la orilla izquierda de San Eugenio. En este pequeño valle he designado un punto en que el río San Eugenio rodea una falda dirigiéndose del sudeste al nordeste, para situar la nueva población, que aunque quedará dominada por una punta que nieva en tiempo seco y despejado, no arroja vientos insalubres; pues existe una rama de la cordillera principal desprendida de ella, en la cual se estrellan seguramente los vientos que producen los páramos de nieve casi permanentes que miran hacia Mariquita y Honda.
NOMBRE: Este punto en que la industria agrícola y minera puede progresar a un tiempo auxiliándose mutuamente, que será como un lazo de mayor estrechez entre los habitantes de las provincias de Antioquia y Cauca, y un excelente campo para que los descubrimientos de la química y de la jeodecia se pongan en práctica entre nosotros, aplicándolas ya a la minería, ya a la agricultura, me parece digno de llevar el nombre de un filósofo granadino, de un humanista, de un patriota excelso sacrificado por nuestros opresores, de un químico cuyo nombre se cita con respeto en Europa, del ilustre general José María Cabal: Cabal es el nombre que propongo para esta población, en honor y recuerdo del modesto y valiente prócer de la independencia.
TIERRAS BALDIAS - NUMERO APLICABLE - DEMARCACION: Las tierras en que se encuentran el punto designado son desiertos baldíos que hasta ahora no han tributado al hombre otro fruto desde que existen conocidos, que el que los actuales pobladores han recogido de sus rocerías.
La información que remito a Us. Lo prueba, además de que nadie ha reclamado, aunque excité al efecto tanto en esta provincia como en la de Antioquia, como se ve por la copia de la invitación que acompaño.
Doce mil fanegadas son apenas suficiente para hombres que en cada cosecha pueden descuajar y sembrar doce sin gran afán, y cuya industria debe ser auxiliada con la cría de ganados, que exige un gran espacio.
No puede pues ser menos de doce mil el número de fanegadas que se destinen para la población, y tal vez habrá necesidad de ocurrir al Congreso para que permita hacer nueva aplicación (luego que se agoten estas) pues US. Sabe que los particulares han dado en Salamina y Neira ciento veinte a cada cabeza de familia. Estas doce mil fanegadas deberán tomarse entre los ríos San Eugenio y de Campoalegre o Palomo que se unen, sin perjuicio de que puedan darse también en la orilla izquierda del San Eugenio sin separarse una legua de sus aguas; pues que situando la población en el borde derecho, es natural que los pobladores apetezcan los lugares cercanos de la orilla izquierda.
ERECCION DE VICEPARROQUIA: La población CABAL con la de Prindaná de los Cerrillos deben formar una viceparroquia con el nombre de QUIMBAYA, luego que Cabal tenga cien cabezas de familia. Quimbaya es el nombre que se dio a la provincia cuya cabecera fue Cartago recién fundada, y aunque este nombre será probablemente un día el de una provincia desde Chinchiná hasta la Paila, no desmerece el de una viceparroquia que pronto puede ser parroquia, y pretender los honores y cargos de distrito parroquial. Sus límites deben ser por el oriente la cumbre de los Andes desde los nevados, por el norte y nordeste las aguas del Chinchiná desde sus fuentes, por el occidente el río Cauca, y por el sur las aguas de Cumbarco hasta unirse con el Quindío y las de este con el nombre de La – Vieja hasta el Cauca.
CAMINO: Actualmente es transitado con bueyes y caballerías cargadas el camino abierto por los pobladores, y por él se introducen ya cerdos a Antioquia y se lleva cacao, recibiendo en retorno harina de Sonsón y dinero, Los pobladores abrirán voluntariamente el camino hasta ponerlo perfectamente transitable desde Cartago – Viejo en donde ya se está estableciendo una posada que denominaré Tucumán, en recuerdo del cacique Cutumai, hasta Chinchiná. Están comprometidos a ello, y tienen facilidad para cumplirlo, pues que cada varón puede abrir en un día un cuadra, y no es gravoso para ellos destinar diez días en cada año para esta obra. La dirección que se ha dado al camino me parece buena; ella viene recta de Neira s Santa Rosa y desde este punto ha sido rectificada nuevamente hasta Cartago – Viejo, aquí cambia de dirección para buscar a Cartago hacia el Oeste, después de haber evitado la gran quiebra del Otún. Pudiera ser más recta llevándola desde Santa Rosa directamente a Cartago; pero se transitaría por un país cálido y húmedo que gusta poco a los actuales pobladores, y como tal vez estaría muy cortado de zanjas y ríos ya caudalosos, y demasiadamente cubierto de guaduales; por la vía actual solamente el paso de Otún, y la salida de su quiebra por la orilla derecha, son malos
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